miércoles, 14 de marzo de 2012

El mercado


Cuento de Edward Bellamy


http://www.vozobrera.org/documentos/El_Mercado.pdf


viernes, 2 de marzo de 2012

Leer críticamente: comprender la ideología

¿Qué es?

Desde una perspectiva sociocultural, se asume como axioma que los textos tienen siempre un “autor” de carne y hueso, que vive en un lugar y momento y que pertenece a una cultura, y que su punto de vista se proyecta siempre en sus textos (ese autor puede ser explícito o anónimo, individual o colectivo, etc.). La ideología consiste entonces en esta perspectiva que adopta el texto sobre cualquier tema (ecología, feminismo, desarrollo, economía, política, deporte, vegetarianismo, catolicismo, etc.), y no se considera algo negativo. Es algo que está siempre en todos los textos, con mayor o menor presencia, y que constituye una parte importante de la comprensión.
Leer críticamente significa darse cuenta de las diferencias que hay entre estas frases: el ideal de la democracia y la falacia de la democracia, o entre visité las islas Malvinas y visité las islas Falkland, o entre asistieron algunos abogados con sus mujeres o asistieron algunos abogados con sus parejas, en definitiva, en tomar conciencia de cómo se posiciona el autor de estas palabras con relación a algunos conflictos que están presentes en nuestra sociedad: si la democracia es un ideal o una falacia, si las islas citadas son argentinas o británicas o si la abogacía está compuesta solo por hombres o si sus parejas son solo heterosexuales.

Lo crítico

􀂃 Importancia de lo crítico. Algunos de los textos más importantes que encontramos en nuestra comunidad (periodismo, política, literatura, etc.) demandan este tipo de comprensión.

􀂃 Lo crítico exige lo literal y lo inferencial. La comprensión crítica incluye la decodificación del texto (lo literal) y la recuperación de los implícitos (lo inferencial). Lo crítico se construye a partir de las inferencias más sofisticadas o complejas, que los psicólogos denominan elaborativas, pragmáticas o proyectivas. Lo crítico se corresponde también con los objetivos de interpretar, relacionar y reflexionar.

􀂃 Lo literal y lo inferencial. Alcanzamos niveles óptimos de comprensión con lo literal o lo inferencial en algunos textos. Algunos textos que solo requieren una comprensión literal-inferencial son los carteles públicos, los avisos, las instrucciones de una máquina, el prospecto de medicamento, etc. 

􀂃 La criticidad a lo largo de los años. Hoy en día, el concepto de criticidad parte de los filósofos de la Escuela de Frankfurt, incorpora las aportaciones de Paolo Freire y los puntos de vista del Análisis Crítico del Discurso.

􀂃 Calentura. Finalmente, siguiendo con la distinción de Emilio Sánchez entre componentes fríos y calientes de la comprensión, lo crítico correspondería a lo caliente, a los procesos más superiores, estratégicos y vinculados con la afectividad.


¿Cómo se hace?


Formulado de manera sencilla, comprender críticamente un texto requiere resolver estos puntos:

1. Identificar el contexto de partida: quién es el autor, sus propósitos, su imagen (cara, máscara o face), sus opositores, etc. El lector debe tomar conciencia que el texto que lee es el producto realizado por otra persona, que escribe desde un contexto diferente al suyo, para alcanzar algunos objetivos: debe identificar a ese autor y situarlo en su mundo, descubrir lo que pretende conseguir con su texto, lo cual implica descubrir también qué personas piensan lo contrario o tienen objetivos diferentes o opuestos y por qué motivos.

2. Reconocer el género discursivo: qué tipo de texto se está leyendo, cómo se ha apropiado el autor del mismo, cómo se actualizan las voces y los temas, etc. El lector debe identificar el género o tipo de texto (columna editorial, carta, artículo científico, homilía religiosa, etc.) que está leyendo, debe reconocer los elementos característicos del mismo, los que el autor ha tomado de la tradición y repite y los que ha incorporado por su cuenta como novedad. También debe darse cuenta de los textos y los autores previos que se incluyen (con citas explícitas o encubiertas) en el texto.

3. Identificar el contexto de llegada: qué opinión tengo yo sobre el tema y las intenciones del texto y cómo lo entenderían otras personas de mi comunidad. El lector debe distinguir entre las ideas del autor, las suyas propias y las de otras personas de su comunidad, con relación al tema (objetivos, puntos de vista) que presenta el texto. Debe darse cuenta del impacto global que causa ese escrito en su comunidad y debe “sumar” o integrar todas esas interpretaciones en un marco común.

4. Reaccionar: cómo afecta a mi vida este texto (su autor, sus propósitos), qué debo hacer para defender mis intereses. Puesto que la lectura se concibe como una práctica social integrada en la comunidad, vinculada a la vida, al día a día y al poder, el lector debe plantearse también cómo se relaciona este texto con su vida, si debe hacer algo después de leerlo (responder, expresar su opinión, comentar el texto con otras personas, etc.).


Daniel Cassany: Prácticas letradas contemporáneas: Claves para su desarrollo.


www.leer.es/wp-content/uploads/.../conferencia_DanielCassany.pdf

Periodización literaria

ACTIVIDADES

Dados los siguientes textos: a) indicar a qué período literario pertenecen; b) justificar con ejemplos.


TEXTO 1
CANTAR PRIMERO: DESTIERRO DEL CID
I
(El Cid convoca a sus vasallos; éstos se destierran con él.
Adiós del Cid a Vivar).
(Envió a buscar a todos sus parientes y vasallos, y les dijo cómo el rey le mandaba salir de todas sus tierras y no le daba de plazo más que nueve días y que quería saber quiénes de ellos querían ir con él y quiénes quedarse).


A los que conmigo vengan que Dios les dé muy buen pago;
también a los que se quedan contentos quiero dejarlos.
Habló entonces Álvar Fáñez, del Cid era primo hermano:
"Con vos nos iremos, Cid, por yermos* y por poblados;
no os hemos de faltar mientras que salud tengamos,
y gastaremos con vos nuestras mulas y caballos
y todos nuestros dineros y los vestidos de paño,
siempre querremos serviros como leales vasallos."
Aprobación dieron todos a lo que ha dicho don Álvaro.
Mucho que agradece el Cid aquello que ellos hablaron.
El Cid sale de Vivar, a Burgos va encaminado,
allí deja sus palacios yermos y desheredados.

Los ojos de Mío Cid mucho llanto van llorando;
hacia atrás vuelve la vista y se quedaba mirándolos.
Vio como estaban las puertas abiertas y sin candados,
vacías quedan las perchas* ni con pieles ni con mantos,
sin halcones de cazar y sin azores* mudados*.
Y habló, como siempre habla, tan justo tan mesurado:
"¡Bendito seas, Dios mío, Padre que estás en lo alto!
Contra mí tramaron esto mis enemigos malvados".



Cantar de Mio Cid (anónimo)

*yermo: terreno inhabitado.

*percha: madero o estaca larga y delgada, que regularmente se atraviesa en otras para sostener algo.
*azor: ave rapaz diurna.
*mudar: dicho de un ave: desprenderse de las plumas.



TEXTO 2
RIMA LIII

Volverán las oscuras golondrinas
en tu balcón sus nidos a colgar,
y otra vez con el ala a sus cristales
jugando llamarán.

Pero aquellas que el vuelo refrenaban
tu hermosura y mi dicha a contemplar,
aquellas que aprendieron nuestros nombres....
ésas... ¡no volverán!

Volverán las tupidas madreselvas
de tu jardín las tapias a escalar
y otra vez a la tarde aún más hermosas
sus flores se abrirán.
Pero aquellas cuajadas de rocío
cuyas gotas mirábamos temblar
y caer como lágrimas del día....
ésas... ¡no volverán!

Volverán del amor en tus oídos
las palabras ardientes a sonar,
tu corazón de su profundo sueño
tal vez despertará.

Pero mudo y absorto y de rodillas
como se adora a Dios ante su altar,
como yo te he querido..., desengáñate,
así... ¡no te querrán!
Gustavo Adolfo Bécquer

  
TEXTO 3

DETENTE SOMBRA

Detente, sombra de mi bien esquivo,
imagen del hechizo que más quiero,
bella ilusión por quien alegre muero,
dulce ficción por quien penosa vivo.

Si al imán de tus gracias, atractivo,
sirve mi pecho de obediente acero,
¿para qué me enamoras lisonjero*
si has de burlarme luego fugitivo?

Mas blasonar* no puedes, satisfecho,
de que triunfa de mí tu tiranía:
que aunque dejas burlado el lazo estrecho

que tu forma fantástica ceñía,
poco importa burlar brazos y pecho
si te labra prisión mi fantasía.

Sor Juana Inés de la Cruz

*lisonjero: que agrada y deleita.
*blasonar: hacer ostentación de alguna cosa con alabanza propia.


TEXTO 4

MISERICORDIA
“Dos caras, como algunas personas, tiene la parroquia de San Sebastián... mejor será decir la iglesia... dos caras que seguramente son más graciosas que bonitas: con la una  mira a los barrios bajos, enfilándolos por la calle de Cañizares; con la otra al señorío mercantil de la Plaza del Ángel. Habréis notado en ambos rostros una fealdad risueña, del más puro Madrid, en quien el carácter arquitectónico y el moral se aúnan maravillosamente”. (Capítulo I)
“Tenía la Benina voz dulce, modos hasta cierto punto finos y de buena educación, y su rostro moreno no carecía de cierta gracia interesante que, manoseada ya por la vejez, era una gracia borrosa y apenas perceptible. Más de la mitad de la dentadura conservaba. Sus ojos, grandes y oscuros, apenas tenían el ribete rojo que imponen la edad y los fríos matinales. Su nariz destilaba menos que las de sus compañeras de oficio, y sus dedos, rugosos y de abultadas coyunturas, no terminaban en uñas de cernícalo*. Eran sus manos como de lavandera y aún conservaban hábitos de aseo. Usaba una venda negra bien ceñida sobre la frente; sobre ella, pañuelo negro, y negros el manto y vestido, algo mejor apañaditos que los de las otras ancianas. Con este pergeño* y la expresión sentimental y dulce de su rostro, todavía bien compuesta de líneas, parecía una Santa Rita de Casia que andaba por el mundo en penitencia. Le faltaban sólo el crucifijo y la llaga en la frente, si bien podía creerse que hacía las veces de ésta el lobanillo* del tamaño de un garbanzo, redondo, cárdeno, situado como a media pulgada más arriba del entrecejo". (Capítulo III)
Benito Pérez Galdós

*cernícalo: ave de rapiña, común en España.
*pergeño: traza, apariencia.
*lobanillo: bulto superficial y por lo común no doloroso, que se forma en la cabeza y en otras partes del cuerpo.