viernes, 2 de marzo de 2012

Leer críticamente: comprender la ideología

¿Qué es?

Desde una perspectiva sociocultural, se asume como axioma que los textos tienen siempre un “autor” de carne y hueso, que vive en un lugar y momento y que pertenece a una cultura, y que su punto de vista se proyecta siempre en sus textos (ese autor puede ser explícito o anónimo, individual o colectivo, etc.). La ideología consiste entonces en esta perspectiva que adopta el texto sobre cualquier tema (ecología, feminismo, desarrollo, economía, política, deporte, vegetarianismo, catolicismo, etc.), y no se considera algo negativo. Es algo que está siempre en todos los textos, con mayor o menor presencia, y que constituye una parte importante de la comprensión.
Leer críticamente significa darse cuenta de las diferencias que hay entre estas frases: el ideal de la democracia y la falacia de la democracia, o entre visité las islas Malvinas y visité las islas Falkland, o entre asistieron algunos abogados con sus mujeres o asistieron algunos abogados con sus parejas, en definitiva, en tomar conciencia de cómo se posiciona el autor de estas palabras con relación a algunos conflictos que están presentes en nuestra sociedad: si la democracia es un ideal o una falacia, si las islas citadas son argentinas o británicas o si la abogacía está compuesta solo por hombres o si sus parejas son solo heterosexuales.

Lo crítico

􀂃 Importancia de lo crítico. Algunos de los textos más importantes que encontramos en nuestra comunidad (periodismo, política, literatura, etc.) demandan este tipo de comprensión.

􀂃 Lo crítico exige lo literal y lo inferencial. La comprensión crítica incluye la decodificación del texto (lo literal) y la recuperación de los implícitos (lo inferencial). Lo crítico se construye a partir de las inferencias más sofisticadas o complejas, que los psicólogos denominan elaborativas, pragmáticas o proyectivas. Lo crítico se corresponde también con los objetivos de interpretar, relacionar y reflexionar.

􀂃 Lo literal y lo inferencial. Alcanzamos niveles óptimos de comprensión con lo literal o lo inferencial en algunos textos. Algunos textos que solo requieren una comprensión literal-inferencial son los carteles públicos, los avisos, las instrucciones de una máquina, el prospecto de medicamento, etc. 

􀂃 La criticidad a lo largo de los años. Hoy en día, el concepto de criticidad parte de los filósofos de la Escuela de Frankfurt, incorpora las aportaciones de Paolo Freire y los puntos de vista del Análisis Crítico del Discurso.

􀂃 Calentura. Finalmente, siguiendo con la distinción de Emilio Sánchez entre componentes fríos y calientes de la comprensión, lo crítico correspondería a lo caliente, a los procesos más superiores, estratégicos y vinculados con la afectividad.


¿Cómo se hace?


Formulado de manera sencilla, comprender críticamente un texto requiere resolver estos puntos:

1. Identificar el contexto de partida: quién es el autor, sus propósitos, su imagen (cara, máscara o face), sus opositores, etc. El lector debe tomar conciencia que el texto que lee es el producto realizado por otra persona, que escribe desde un contexto diferente al suyo, para alcanzar algunos objetivos: debe identificar a ese autor y situarlo en su mundo, descubrir lo que pretende conseguir con su texto, lo cual implica descubrir también qué personas piensan lo contrario o tienen objetivos diferentes o opuestos y por qué motivos.

2. Reconocer el género discursivo: qué tipo de texto se está leyendo, cómo se ha apropiado el autor del mismo, cómo se actualizan las voces y los temas, etc. El lector debe identificar el género o tipo de texto (columna editorial, carta, artículo científico, homilía religiosa, etc.) que está leyendo, debe reconocer los elementos característicos del mismo, los que el autor ha tomado de la tradición y repite y los que ha incorporado por su cuenta como novedad. También debe darse cuenta de los textos y los autores previos que se incluyen (con citas explícitas o encubiertas) en el texto.

3. Identificar el contexto de llegada: qué opinión tengo yo sobre el tema y las intenciones del texto y cómo lo entenderían otras personas de mi comunidad. El lector debe distinguir entre las ideas del autor, las suyas propias y las de otras personas de su comunidad, con relación al tema (objetivos, puntos de vista) que presenta el texto. Debe darse cuenta del impacto global que causa ese escrito en su comunidad y debe “sumar” o integrar todas esas interpretaciones en un marco común.

4. Reaccionar: cómo afecta a mi vida este texto (su autor, sus propósitos), qué debo hacer para defender mis intereses. Puesto que la lectura se concibe como una práctica social integrada en la comunidad, vinculada a la vida, al día a día y al poder, el lector debe plantearse también cómo se relaciona este texto con su vida, si debe hacer algo después de leerlo (responder, expresar su opinión, comentar el texto con otras personas, etc.).


Daniel Cassany: Prácticas letradas contemporáneas: Claves para su desarrollo.


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